Las vacaciones son la temporada más esperada del año. Seguro que no ves el momento de hacer las maletas y tomarte un descanso de tu día a día en algún destino de ensueño. No obstante, antes de nada, conviene planificar algunas cuestiones importantes: si eres usuario de lentillas, por ejemplo, el tema del cuidado y la higiene de tus lentillas a lo largo de tu estancia en la playa o la preparación del equipaje para el avión. En este artículo hemos reunido los mejores consejos para que puedas despegar tranquilamente y sacar el máximo partido de tus vacaciones. ¡Buen viaje!
Independientemente de que vayas a desplazarte en avión, en coche o en tren para acudir a tu destino favorito, en todos los medios de transporte hay que tener en cuenta un par de cosas fundamentales. Por ejemplo, para volar en avión hay estrictas normas de equipaje. En el equipaje de mano, no se permite llevar más de un litro de líquidos, separado en pequeños envases de hasta 100 mililitros cada uno. Eso significa que solamente podrás llevarte productos de cuidado para tus lentillas en tamaño de viaje.
Otro tema importante que conviene considerar sobre todo cuando viajamos en avión, pero que también nos puede afectar en el coche o en el tren, es el aire seco, que puede causar irritaciones en los ojos. Así que acuérdate de meter un colirio en el equipaje de mano para refrescarte los ojos cuando sea necesario. Acuérdate también de beber lo suficiente y de parpadear con frecuencia, para que el líquido lagrimal se distribuya uniformemente. De hecho, lo mejor es que dentro del avión prescindas totalmente de las lentillas y optes por unas gafas graduadas hasta que vuelvas a pisar tierra firme, ya que estas suponen una alternativa más agradable para los ojos en este ambiente tan seco.
Además, cuando viajes en avión, en coche o en tren, evita que el aire acondicionado te sople directamente a la cara, si no quieres que se te sequen los ojos nada más comenzar el trayecto.
Consejo: En nuestra guía sobre «Ojos secos y lentillas» puedes encontrar más información y muchos consejos prácticos.
Para una escapada de fin de semana o un viaje de negocios corto, que no dure más de tres o cuatro días, unas lentillas diarias pueden ser una buena opción. Para un viaje tan corto, seguramente no te llevarás una maleta grande, así que para qué llenar tu equipaje de mano con productos de cuidado para lentillas, ¿verdad?
Estamos todos de acuerdo en que es un gustazo zambullirse en el mar o incluso en la piscina cuando el calor aprieta, pero no nos precipitemos. Para tomarnos un baño con lentillas, es una buena idea ponerse unas gafas de nadar o bucear, especialmente si hay bastante oleaje (o gente que nos pueda salpicar). Estas protegen a los ojos y, con ellos, a nuestras lentillas del contacto con agua salada o clorada, que contiene bacterias y otras sustancias que podrían adherirse a su superficie y causar irritaciones en los ojos. Si prefieres meterte en el agua sin llevar gafas de natación, mejor que lo hagas con lentillas blandas, ya que estas no se desprenden tan fácilmente como las duras. Además, en la playa deberías procurar que no se te meta arena en los ojos. Los grantitos de arena, por muy finos que sean, pueden colarse entre la lentilla y la córnea, causando irritaciones o dañando las lentillas.
Si vas a pasar tus merecidas vacaciones en la playa o en la piscina, quizás quieras pasarte temporalmente a unas lentillas diarias. A fin de cuentas, no tendrás que preocuparte tanto por la higiene de tus lentillas si al final del día las vas a desechar en la basura. Las lentillas diarias también son una buena opción para viajar a países exóticos, en los que las condiciones higiénicas puedan ser un poco diferentes que en tu país de origen.
Para los deportes, y los de invierno no son ninguna excepción, las lentillas son una buenísima alternativa a las gafas graduadas: no se descolocan, no se caen y sobre todo no se rompen. A la hora de practicar esquí o snowboard, aún así deberías llevar siempre unas gafas de esquí, que protejan tus ojos contra el viento, la luz del sol y posibles lesiones. Fuera de la pista, unas buenas gafas de sol son absolutamente imprescindibles, ya que la nieve refleja los rayos ultravioletas del sol y tus ojos te agradecerán que los mantengas a raya.
Acuérdate de llevarte siempre uno o dos pares de lentillas de recambio, por si acaso. De este modo podrás reemplazar rápidamente una lentilla defectuosa o una que decida continuar el viaje por su cuenta.
Obviamente, tampoco te dejes los productos de cuidado de tus lentillas en casa.
Acuérdate que en el equipaje de mano solo se te permite llevar una cantidad limitada de líquido.
Unas gotas humectantes para los ojos te ayudarán a evitar la sequedad ocular.
Unas gafas de sol tampoco deberían faltar en tu equipaje, para que puedas proteger tus ojos contra la luz del sol.