El ojo humano no es un modelo estándar. Igual que una huella dactilar, los ojos de cada individuo son únicos en cuanto a tamaño, forma y otras características. Esto significa que tampoco existen unas lentillas estándar que sean perfectas para todo el mundo. Para averiguar qué lentillas son compatibles con las características de tus ojos, lo que necesitas es una adaptación de lentillas individual.
Es evidente que tus lentillas deben adaptarse a tu estilo de vida. ¿Eres un usuario esporádico o no quieres quitarte tus lentillas ni para dormir? Un profesional cualificado puede ayudarte a encontrar la mejor variante para ti: lentillas blandas o duras, lentillas diarias, que puedan desecharse después de cada uso, lentillas semanales, mensuales o hasta anuales. Incluso lentillas que puedas llevar durante 30 días sin interrupción, las 24 horas del día.
Atención: La graduación de tus gafas no sirve para unas lentillas. Los valores no son exactamente equivalentes. Esto se debe a que, mientras que los cristales de unas gafas siempre mantienen una cierta distancia respecto al ojo, las lentillas se colocan directamente sobre la córnea. Por lo tanto, deberás acudir a una óptica para que calculen la graduación correcta.
Tanto los principiantes como los usuarios de lentillas más experimentados pueden beneficiarse de un examen inicial o de una revisión regular de la agudeza visual, defectos visuales, etc. A continuación te explicamos los diferentes pasos en los que consiste una revisión de este tipo.
Si es la primera vez que te planteas acudir a la óptica para que te adapten unas lentillas, seguramente te interese saber lo que te espera. Por eso, vamos a explicarte qué sucede durante una adaptación de lentillas.
Durante la primera charla con el óptico, el profesional querrá averiguar qué lentillas son las mejores para tí. Te preguntará en primer lugar qué defecto visual deseas corregir con las lentillas. También procurará saber cuáles son tus expectativas respecto a las mismas, por ejemplo, en qué situaciones quieres usarlas y durante cuánto tiempo. ¿Sólo para hacer deporte o regularmente día tras día? ¿Qué tipo de cuidados y de higiene estás dispuesto a proporcionarles? De estas cuestiones se desprende qué tipos de lentillas y de material son aptos para ti.
Además, también hallarán la curvatura de tu córnea y su radio. Estas variables son muy importantes para garantizar un ajuste perfecto de las lentillas a tus ojos. Al mismo tiempo, el óptico examinará tus ojos para ver, por ejemplo, si son muy sensibles o si presentan alguna característica llamativa. ¿Cómo están los párpados? ¿Producen mucho o poco líquido lagrimal? Por cierto: las lentillas más confortables son las que son capaces de flotar sobre la película lagrimal.
Después de este examen, el óptico podrá recomendarte una selección más o menos grande de lentillas que podrían satisfacer tus necesidades y te ayudará a elegir unas lentillas de prueba.
Ahora, te espera una mezcla entre teoría y práctica. El óptico te enseñará cómo ponerte y quitarte las lentillas correctamente. La primera vez, te hará una demostración y te colocará las lentillas sobre los ojos, valiéndose quizás de un pequeño dispositivo auxiliar con ventosa. Después, te tocará a ti intentarlo. Además, te aconsejarán como limpiar y cuidar tus lentillas. Este aspecto es muy importante, para que las lentillas no se deterioren y puedan servirte durante mucho tiempo. Así también puedes prevenir la aparición de posibles infecciones.
Ahora dispones de un poco de tiempo para acostumbrarte a las lentillas. La primera prueba se realiza directamente en la óptica, para que el profesional tenga la posibilidad de colocar las lentillas en la posición correcta. Deberías mantenerlas puestas durante por lo menos 15-30 minutos, para que el óptico pueda evaluar cómo se llevan ojo y lentilla.
Aprovecha la oportunidad y sal a dar una vuelta. Al principio, te costará un poco ver el mundo a través de unas lentillas, sobre todo si estás acostumbrado al uso de gafas, ya que al usar lentillas te darás cuenta de las proporciones reales de tu entorno.
Si te has decantado por lentillas blandas, no tardarás nada en sentirte cómodo con las lentillas. Por el contrario, si te has puesto unas lentillas duras, puede pasar más tiempo hasta que te resulten confortables. Pero, en cualquier caso, el esfuerzo merece la pena.
Un consejo: Una adaptación de lentillas profesional de lentillas en una óptica o en el oftalmólogo suele tardar entre una y dos horas.
La primera revisión debería efectuarse a los 7 o 14 días. En esta ocasión, el óptico examinará el ajuste correcto y la biocompatibilidad de tus lentillas. Además, puedes aprovechar la oportunidad para contarle cómo te ha ido y despejar cualquier duda que puedas tener. Si no hubiera surgido ningún problema, enhorabuena: ¡ya has encontrado tus lentillas perfectas! ¿Quieres aprender más sobre la revisión de las lentillas También tenemos un artículo dedicado a este tema.
Si es la primera vez que quieres llevar lentillas, antes de nada, un óptico u oculista cualificado debería comprobar si tus ojos están sanos. No se fijará solamente en tus defectos visuales y en tus hábitos cotidianos, sino también en las propiedades de tus párpados y la cantidad de líquido lagrimal, y examinará la conjuntiva y si hay algún tipo de irritación.
¿Cuándo acudir al oculista/oftalmólogo? Un oculista u oftalmólogo es sin ninguna duda el mayor experto en saludo visual. No solamente dispone de conocimientos especializados en medicina, sino también de aparatos específicos para examinar los ojos. Si ya has tenido algún problema ocular en el pasado, sería recomendable que acudieras al oftalmólogo para que te asesore si es una buena idea que con tu historial previo comiences a usar lentillas.
Por el contrario, para un óptico/optometrista, la adaptación de lentillas es el pan de cada día: tiene mucha experiencia en este campo y por tanto es todo un experto en lentillas. Resumiendo: si no tienes ningún problema de salud con tus ojos, no dudes en acudir a una óptica para pedir una cita de adaptación de lentillas.