Muchos miopes o hipermétropes prefieren usar lentillas en vez de gafas, ya sea para hacer deporte, para la oficina o simplemente para ver la televisión en el sofá de casa. A la mayoría de ellos les convence la comodidad y la facilidad del manejo de las lentillas, lo que las convierte en una buena alternativa a las gafas graduadas, sobre todo a la hora de realizar actividades al aire libre, especialmente en días lluviosos.
Dada la gran variedad de lentillas existente en el mercado, no siempre resulta fácil decantarse por un tipo específico de lentillas. Una de las decisiones más importantes es la de elegir entre lentillas blandas o duras. Pero, ¿qué ventajas y desventajas tienen las unas en comparación con las otras? En este artículo, te presentamos las principales características de ambos tipos de lentillas.
Un consejo: ¿Lentillas blandas o duras? Antes de tomar esta decisión, te recomendamos que te dejes asesorar en una óptica. Allí examinarán tus ojos, te adaptarán unas lentillas compatibles y te aconsejarán cuáles elegir. Puedes encontrar más información sobre la adaptación de lentillas aquí.
Las lentillas blandas tienen un diámetro mayor que las duras y se definen por su contenido de agua, así como su proporción de silicona, ya que estas características determinan la permeabilidad al oxígeno de las lentillas.
Las lentillas blandas están compuestas por un material muy flexible, por lo que se amoldan mejor a la córnea y se adhieren a esta. Ése es el motivo por el que apenas se mueven sobre el ojo, por lo que son tan populares sobre todo entre deportistas.
Generalmente se las percibe como más cómodas, ya que presentan una excelente compatibilidad espontánea. Eso significa que después de un periodo de adaptación brevísimo, el usuario apenas percibe que las lleva.
Actualmente son sobre todo las lentillas de hidrogel de silicona las que ofrecen una buena permeabilidad al oxígeno, lo cual tiene un efecto positivo sobre la circulación del oxígeno en la córnea.
Existen lentillas blandas para los propósitos más diversos. Pueden adquirirse como lentillas diarias-, semanales- o mensuales ,por lo que resulta sencillo ajustarlas a las necesidades individuales de cada usuario.
Para conservar su forma, las lentillas blandas requieren humedad, la cual extraen de los ojos. La consecuencia: los ojos se secarán antes y deberán humidificarse regularmente.
En comparación con las lentillas blandas, las lentillas duras tienen un diámetro relativamente pequeño. El material del que se componen es más duro y rígido que el de las lentillas blandas. DNormalmente se fabrican individualmente para cada usuario, respetando las necesidades particulares de sus ojos.
Las lentillas duras no se adhieren a los ojos sino que se mantienen sobre la película lagrimal. De este modo, siempre están rodeadas de líquido, permitiendo un mayor aporte de nutrientes a la córnea y disminuyéndose el riesgo de que se produzcan infecciones. Además, también están compuestas por un material permeable al oxígeno, lo cual favorece la compatibilidad de las lentillas a largo plazo.
Las lentillas duras conservan su forma y no requieren de la humedad de la película lagrimal para mantenerse estables. Por ello, resultan especialmente recomendables para personas con ojos secos.
Además, son más efectivas que las lentillas blandas cuando se trata de corregir un astigmatismo muy acusado.
Las lentillas duras se llevan durante un año o más, por lo que no habrá que preocuparse de realizar varios pedidos al año para reemplazarlas con frecuencia. Gracias a su larga vida útil, aunque sean más caras que las lentillas blandas, pueden resultar más económicas a largo plazo.
Los principiantes al principio suelen tener la sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo cuando se prueban unas lentillas duras. Esto se debe a que las lentillas flotan sobre la película lagrimal y se perciben claramente al pestañear. En consecuencia, el periodo de adaptación será un poco más largo.
Además, dado que las lentillas duras no se adhieren a la córnea, es más fácil que se caigan del ojo al realizar deporte.
La adaptación de unas lentillas duras es más compleja que la de unas lentillas bandas, ya que estas últimas se amoldan automáticamente a la curvatura de la córnea.
Esta decisión depende sobre todo de dos factores importantes. Por un lado, tu película lagrimal juega un papel fundamental. Si tiendes a tener ojos más bien secos, unas lentillas duras podrían ser la mejor opción para ti, ya que cada vez que pestañees, el líquido lagrimal se distribuye por toda la córnea del ojo.
Si solamente quieres llevar lentillas de forma esporádica, unas lentillas diarias podrían ser una buena elección, ya que estas solamente están disponibles en la variante blanda. Estas lentillas también son muy recomendables para hacer deporte.
Un consejo: Lo más importante, tanto para lentillas duras como blandas, es una limpieza correcta y minuciosa. Si quieres averiguar cómo cuidar perfectamente tus lentillas, te invitamos a pasarte por nuestra guía.