En Mister Spex la calidad es primordial, por eso, en nuestro taller, los mejores profesionales del sector se encargan de revisar que los cristales y monturas estén perfectamente ensamblados. Para ello, disponen de máquinas especializadas que se encargan de que los cristales tengan siempre la forma adecuada.
Nuestros empleados, someten las monturas a un primer control de calidad en el que revisan que las gafas no tengan ningún arañazo ni fallo de montaje. También realizarán la graduación de tus cristales obtenidos del proveedor Hoya Lens.
En esta fase, se miden las gafas con una máquina compuesta por un escáner. Esta fase es crucial para que posteriormente el cristal encaje tanto en forma como en grosor con la montura deseada. Por ello, los datos que esta máquina obtiene, son enviados a la máquina encargada de cortar los cristales.
Una vez que la máquina encargada de cortar los cristales recibe los datos mencionados anteriormente, procede a cortar el cristal en la forma y el grosor adecuado. Nuestras máquinas son de tan alta precisión que son capaces de realizar cortes de hasta diez milímetros de precisión.
Este proceso se realiza de manera manual: después de que los cristales hayan sido pulidos, nuestros ópticos especializados procederán a la colocación de los cristales en la montura. Nuestros profesionales calientan las monturas en acetato con una técnica especial para garantizar la futura comodidad del usuario y en el caso de las monturas metálicas, los cristales se adaptan con la ayuda de pequeños tornillos.
Para que el producto sea enviado de manera adecuada, se realiza un último control de calidad en el que nuestros ópticos revisan los cristales antes de que sean enviados. En el control se revisa que la graduación sea la correcta y que estén bien centrados. Una vez que cumplan los requisitos necesarios para superar este último control de calidad según la norma europea DIN EN ISO 21987, son enviados para que los recibas en casa.